La fibra de coco es uno de los sustratos que más se está poniendo de moda últimamente. Es mucho más ligero que la turba, y también más ecológico puesto que una sola palmera cocotera producen una gran cantidad de frutos, que es de donde procede este interesante sustento para tus plantas.
Este sustrato es uno de los más recomendados para terrarios, semilleros, palmeras, plantas hortícolas… en fin, para todo tipo de plantas, excepto para las carnívoras (sólo le podría ir bien a las Nepenthes, y siempre mezclada con turba rubia). Como su propio indica, procede del coco, que es el fruto de la Cocos nucifera. Sus propiedades son:
PH entre 5,5 y 6,2, lo cual resulta adecuado para la mayoría de cultivos.
Es capaz de retener nutrientes y de liberarlos progresivamente. Además, ayuda a evitar los problemas causados por un abonado excesivo.
Retiene agua; de hecho, sus fibras actúan como si de una esponja se tratara, por lo podrás ahorrar en agua de riego, algo que siempre viene bien.
Facilita el desarrollo de las raíces, ya que puede ceder o absorber la calor con gran rapidez.
Mantiene el equilibrio adecuado entre la retención de agua y la capacidad de aireación, evitando así los problemas derivados del exceso de humedad.
Si hablamos de la granulometría, se presenta en tres tipos: fino (que se ve como tierra normal), grueso (que son trozos pequeños), y chip (trozos algo más grandes). En jardinería se usa sobretodo el fino, ya que es el que mejor resultados da en los cultivos.
